Esta vez Carolina Herrera se desata y se dirige a esa mujer con estilo, sexy, urbana y a la vez con un toque de malicia, abandonando así ese aire de “niña bien neoyorkina” a la que la firma nos tenía acostumbrados.
Esta vez Carolina Herrera se desata y se dirige a esa mujer con estilo, sexy, urbana y a la vez con un toque de malicia, abandonando así ese aire de “niña bien neoyorkina” a la que la firma nos tenía acostumbrados.