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Puedo hacer esto, pero no, aquello

“La vida de cada persona contiene un potencial infinito”, principio del Ichinen Sanzen.

Vivimos de manera bastante cómoda dentro de nuestras limitaciones autoimpuestas; sin embargo, cuando enfrentamos algún problema o desafío, y sentimos que carecemos de la capacidad para superarlos, comenzamos a sufrir. Nos invaden el agobio, la desesperación y el miedo.

T’ien-t’ai, (538-597), destacado erudito budista del siglo VI, desarrolló un sistema teórico para describir la naturaleza de la vida. Lo llamó «tres mil aspectos contenidos en cada instante vital» (en japonés, Ichinen Sanzen).

El Ichinen Sanzen demuestra que la totalidad del mundo fenoménico existe en un solo instante de la vida. Todo está conectado, somos parte del todo conectados por la misma intención universal».

«Ichinen» (una mente, un momento dentro de la existencia o esencia de vida) es la vida que se manifiesta a cada momento dentro del mortal común, y «Sanzen» (tres mil), los diversos aspectos y fases que la vida asume.

T’ien-t’ai derivó Ichinen Sanzen, a partir de principios elucidados en el Sutra del Loto, (escritura budista que constituye el cimiento del budismo de Nichiren Daishonin)

Nos muestra que la vida no es algo fijo sino fluido, y que nuestra percepción de las cosas puede variar de un momento a otro.

Para alguien que se halla sumergido en el desaliento del estado de infierno (este estado representa el sufrimiento y la desesperación más extremos), el mundo parece algo estrecho, oscuro y desesperante. Los problemas se vuelven abrumadores y tortuosos. El pasado, el presente y el futuro se ven sumamente sombríos.

Sin embargo, un mínimo sesgo en nuestra percepción, un rayo de esperanza, una palabra o respuesta alentadoras pueden transformar instantáneamente cualquier situación.

Debido a la profunda relación mutua que existe entre nuestra vida y todos los fenómenos a cada instante, un cambio en nuestro interior ejerce una influencia sobre todas las cosas y provoca una transformación en nuestro entorno o circunstancias, y en última instancia, en el mundo.

[blockquote»]»La vida a cada momento abarca el cuerpo y la mente, el ser y el ambiente de todos los seres animados de los Diez Estados, y también de los seres inanimados en los tres planos, incluidas las plantas, el cielo, la tierra e incluso la más mínima partícula de polvo. La vida a cada momento penetra la totalidad de los fenómenos y se revela en todos los fenómenos«. – Nichiren Daishonin[/blockquote]

 

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