Muchos a veces queremos saber que hacer para posicionarnos y convertirnos en los 1ro. en la mente del consumidor, para vender y cumplir nuestras metas, sin embargo más que solo lograr que consuman nuestros productos o servicios deberíamos pensar en convertirnos en un “Lovemark”.
Un “Lovemark” es la marca que enamora al consumidor, logrando posicionarse más allá de la mente: su corazón, lo que hace que halla fidelidad y muy buenas recomendaciones de la misma.
En 2004, Kevin Roberts revolucionó el mundo del marketing al dar nombre a un concepto, Lovemarks, que combinaba elementos aparentemente alejados uno del otro: amor y marca.
Las marcas cuyos productos, y las experiencias que estos puedan generar en el consumidor, sean capaces de construir vínculos emocionales profundos y duraderos con sus clientes, conseguirán el máximo grado de fidelidad: lealtad más allá de la razón.
Según Roberts, la fórmula para conseguirlo está en la combinación del uso de Misterio, Sensualidad e Intimidad. Lo que implica que los sentimientos son parte fundamentales a la hora de crear una campaña.
Cada persona tiene sus propias Lovemarks, y no todas son de productos. Roberts descubrió que ciudades, personas e, incluso, instituciones, respondían al mismo patrón de Lovemark.
Ejemplo: Star Wars, los Sanfermines, el FC Barcelona, Florencia, el Museo Guggenheim, The Beatles…
¿Eres un lovemark?
Muchos a veces queremos saber que hacer para posicionarnos y convertirnos en los 1ro. en la mente del consumidor, para vender y cumplir nuestras metas, sin embargo más que solo lograr que consuman nuestros productos o servicios deberíamos pensar en convertirnos en un “Lovemark”.
Un “Lovemark” es la marca que enamora al consumidor, logrando posicionarse más allá de la mente: su corazón, lo que hace que halla fidelidad y muy buenas recomendaciones de la misma.
En 2004, Kevin Roberts revolucionó el mundo del marketing al dar nombre a un concepto, Lovemarks, que combinaba elementos aparentemente alejados uno del otro: amor y marca.
Las marcas cuyos productos, y las experiencias que estos puedan generar en el consumidor, sean capaces de construir vínculos emocionales profundos y duraderos con sus clientes, conseguirán el máximo grado de fidelidad: lealtad más allá de la razón.
Según Roberts, la fórmula para conseguirlo está en la combinación del uso de Misterio, Sensualidad e Intimidad. Lo que implica que los sentimientos son parte fundamentales a la hora de crear una campaña.
Cada persona tiene sus propias Lovemarks, y no todas son de productos. Roberts descubrió que ciudades, personas e, incluso, instituciones, respondían al mismo patrón de Lovemark.
Ejemplo: Star Wars, los Sanfermines, el FC Barcelona, Florencia, el Museo Guggenheim, The Beatles…
Haz de tu marca un Lovemark!
Libro recomendado: Lovemarks, el futuro más allá de las marcas.
Daniel Varela
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Convertir tu marca en una Love Mark
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