Daruma

Daruma, el amuleto japonés de los Propósitos

Nana korobi ya oki
Siete veces te caes, ocho veces te levantas

Para hablar del Daruma primero debemos hablar sobre su leyenda.

Hay dos leyendas importantes acuñadas a su nombre. La primera nos habla de que un día, Daruma fue a una cueva a meditar, se sentó frente a una pared, dentro de una cueva, para meditar por un período de nueve años sin moverse, provocando la perdida de sus piernas y brazos por atrofia.

Otra leyenda popular es que después de quedarse dormido durante sus nueve años de meditación, se enfado tanto consigo mismo que se cortó los párpados para evitar dormirse nunca más. (De sus párpados desechados se dice que ha surgido la primera planta del té).

Es por eso que la figura llamada Daruma es un muñeco sin brazos ni piernas, cubierto con un característico manto rojo pegado al cuerpo, con cejas, barba y bigotes muy crecido …y los ojos en blanco.

Son fabricados generalmente de cartón piedra, son huecos y de apariencia ovoide, por lo que su centro de gravedad es bajo, a lo que algunos de ellos vuelven a su posición vertical a pesar de ser empujados suavemente hacia un lado similar a un tentetieso.

Representan el optimismo, la persistencia y la determinación.

Daruma

Los ojos del Daruma generalmente no tienen pupilas, pues el dueño de éste se establece una meta al inicio del año y pinta una pupila (usualmente del ojo derecho); cuando el objetivo se ha cumplido se procede a pintar el otro ojo.

Estas figuras cuando no están completas suelen colocarse en un lugar visible a manera de recordatorio del trabajo que debe realizar para lograr su finalidad.

Hay dos posibles explicaciones de cómo empezó esta costumbre:

  1. Con el fin de motivar a Daruma a conceder su deseo, uno se compromete a darle plena vista una vez que el logro se haya cumplido.
  2. Esta práctica puede tener relación con la “iluminación” (haciendo alusión a los ideales budistas).

Realmente la filosofía detrás del Daruma es que el éxito llega siempre que hayamos fijado un objetivo, siempre que hayamos decidido qué era importante y siempre que hayamos tenido determinación y perseverancia para luchar por ese objetivo.

Con un diseño lleno de simbolismo, el daruma es el guardián del objetivo, esperanza, sueño o deseo y un auténtico símbolo de perseverancia, por lo que es un regalo muy popular para dar ánimos a alguien a conseguir sus propósitos.

El se focaliza en que se llegue a la meta, nunca pestañea y te recuerda también que no abandones tu camino.

Mi Daruma hoy tiene sus dos ojos, te animas a probarlo?

 

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