Agile Thinking

Agile Thinking, ser el primero en satisfacer la necesidad del consumidor

El cambio casi nunca falla por ocurrir demasiado pronto, sino por llegar demasiado tarde…

Han pasado ya 15 años desde que un grupo de 17 expertos de las nuevas tecnologías liderado por Kent Beck diera forma al “Manifiesto Agil”.

Desde entonces, los “métodos ágiles” han rebasado las fronteras del sector de las nuevas tecnologías y se han expandido en el ámbito general de los negocios.

Formamos parte de un nuevo panorama empresarial global en el que muchas empresas siguen actuando como grandes dinosaurios, encorsetadas en una forma de hacer que se remonta a 1995, lo que las hace muy poco ágiles y las sitúa en gran desventaja ante nuevos competidores.

Muchos de los negocios más influyentes del mundo eran desconocidos hasta hace 20 años. Negocios millonarios iniciados por desconocidos y de manera muy poco tradicional. Pensemos en ejemplos como: Uber, la compañía de taxis más grande del mundo, no tiene vehículos. Facebook, el propietario de medios más popular del mundo, no crea contenido. Alibaba, el minorista más valioso, no tiene inventario. Y Airbnb, el mayor proveedor de alojamiento del mundo, no tiene propiedades inmobiliarias. Interesante ¿no?… Ninguno de estos modelos de negocio ni su crecimiento global hubiera sido posible hasta hace poco.

El nuevo panorama de negocios permite a un propietario de pequeñas empresas ágiles tener una idea por la mañana, y poner esa idea en juego antes del final del día.

¿En qué consiste el Agile Thinking?

De forma simplificada, es una manera diferente de gestionar proyectos y equipos orientados al desarrollo de productos y servicios innovadores.

El Agile Thinking propone 4 claves que se han de aplicar al negocio:

  • Flexibilidad
  • Sencillez
  • Colaboración
  • Rapidez en la respuesta

La flexibilidad como bandera

Hoy en día, la mayoría de las empresas está luchando por tratar de prever qué será lo siguiente que revolucionará la demanda de productos y servicios. Sin embargo, los clientes de las sociedades modernas, caracterizadas por los cambios rápidos y constantes, no saben ni pueden saber exactamente qué querrán mañana.

En contraposición, el Agile Thinking propone, en primer lugar, no centrarse tanto en esa oferta de productos y servicios y procesos y herramientas en sí mismos, sino en la capacidad de adaptación a un entorno de cambio continuo.

Manuales complejos, descripciones exhaustivas… son documentos «del pasado» ante los ojos del Agile Thinking. La segunda clave es la búsqueda de la simplicidad a la hora de explicar las características.

En tercer lugar, en el Agile Thinking, el centro es la persona. Por ello, el desarrollo de productos y servicios se lleva a cabo de forma colaborativa.

Más vale ya que tarde

Finalmente, bajo la óptica del Agile Thinking, lo ideal es ser el primero en satisfacer la necesidad del consumidor y, una vez hemos sido los más rápidos, iremos mejorando de forma continua nuestra oferta de valor.

 

Por Xelo Romero
Profesional del Social Media. Comprometida con la innovación, la estrategia digital y el marketing tanto online como offline.
Ayuda a impulsar el posicionamiento, visibilidad y reputación de las PYMES, startups y emprendedores en el mundo digital, a través de planes de acción y la utilización de las más novedosas herramientas, con el fin de maximizar el poder de las redes sociales e incrementar el éxito de los clientes. Creatividad y comunicación, así como la colaboración con partners profesionales son claves para su trabajo.

 

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